Nosotros hemos decidido llevar los productos de la Campaña Stop Sida, no son productos de Comercio Justo, pero son solidarios, y así se diferenciará un poco de los otros, para no tener todos lo mismo. Se trata de camisetas y tazas, y de unos lazos rojos elaborados por una asociación de mujeres de Kenya afectadas por el Sida.
A última hora de la mañana, se hace necesario un traslado bajo los soportales, pues la lluvia se ha unido a los juegos del viento. Movemos las mesas con las cosas encima, cuidando que no caiga nada, hasta el abrigo de este sabio elemento arquitectónico. Allí más juntos, nos movemos de un puesto a otro, intercambiamos comentarios con los compañeros de otras ONGs, conocemos su trabajo. A la hora de la comida, nos turnamos para vigilar las cosas de los demás. No hay problema, todos los lucenses menos nosotros deben estar en sus casas a cubierto del mal tiempo. Por ello, a primera hora de la tarde, recogemos y nos despedimos. No ha sido un día muy productivo, pero los ánimos de los voluntarios no decaen ante cualquier dificultad. Sabemos que algo se ha hecho, y que la próxima vez puede ser mejor.