3/4-marzo-2007
El momento de madrugar es siempre odioso, pero en ocasiones vale la pena y tiene su compensación. En este caso, el madrugón y el viaje a Coruña tuvieron un premio especial: dar un paseo a primera hora de la mañana por una islita con castillo (con cañón y todo), hablando de aves con Rafael Beneyto, director general de Ayuda en Acción, como si fuéramos viejos conocidos. Es una persona que transmite confianza, me gustó conocerlo.
Yo que siempre he tenido mal oído para los idiomas, a veces ni entiendo a gente que habla en gallego, -a veces ni en castellano-, aquí no tuve ningún problema para seguir las ponencias en portugués de los mozambiqueños, de la francesa, y -algo peor- de los portugueses; incluso sin dominar el tema del que hablaban era fácil seguir sus argumentaciones. Igual lo principal para comunicar es el interés por el tema y las ganas de compartirlo. (La mayoría de los profesores en mi carrera era como si hablasen en chino ¿sería que no sentían mucha devoción por lo que hacían?)
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