"Son cosas chiquitas, no acaban con la pobreza, no nos sacan del subdesarrollo, no socializan los medios de producción y de cambio, no expropian las cuevas de Alí Baba, pero quizá desencadenen la alegría de hacer, y la traduzcan en actos. Al fin y al cabo, actuar sobre la realidad y cambiarla aunque sea un poquito, es la única manera de probar que la realidad es transformable.”
Estas palabras de Galeano, que evocan aquellas otras de "Mucha gente pequeña haciendo cosas pequeñas en muchos lugares pequeños pueden cambiar el mundo", nos incitan a no quedarnos quietos esperando que sean los países, las instituciones o los grandes organismos los que solucionen las cosas. No debemos sentirnos impotentes ni incapaces de arreglar problemas, de cambiar las situaciones, de mejorar el mundo a nuestro alrededor. Por poquito que sea lo que podamos hacer siempre será más que no hacer nada. Y sumando esfuerzos podemos conseguir mucho. Es por eso que la ONU proclamó en 1985 el 5 de diciembre como Día Internacional del Voluntariado, para reconocer la labor que realizan miles de voluntarios y voluntarias en todo el mundo participando en labores de solidaridad en todos los campos.
Estas palabras de Galeano, que evocan aquellas otras de "Mucha gente pequeña haciendo cosas pequeñas en muchos lugares pequeños pueden cambiar el mundo", nos incitan a no quedarnos quietos esperando que sean los países, las instituciones o los grandes organismos los que solucionen las cosas. No debemos sentirnos impotentes ni incapaces de arreglar problemas, de cambiar las situaciones, de mejorar el mundo a nuestro alrededor. Por poquito que sea lo que podamos hacer siempre será más que no hacer nada. Y sumando esfuerzos podemos conseguir mucho. Es por eso que la ONU proclamó en 1985 el 5 de diciembre como Día Internacional del Voluntariado, para reconocer la labor que realizan miles de voluntarios y voluntarias en todo el mundo participando en labores de solidaridad en todos los campos.
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